18 de mayo de 2012

24 de enero de 2012

Aquellos hermosos años...


Ella al estar feliz, porque su madre había traído a casa un cachorrito, el que seria en años venideros su mejor amigo y el que la acompañaría siempre que lo necesitara.


O como la persona a la que ella considero su primer amigo siempre se equivocaba graciosamente al decir el nombre de su gatita.


Ella al leer su primer libro y descubrir un mundo mágico donde los sueños de las personas se hacen realidad, convirtiéndose en una amante ferviente de los textos y deseando algún día poder crear los suyos.


Ella que le encantaba jugar con sus muñecas creando a través de ellas romances y aventuras sin fin.


Ella al ensimismarse en sus pensamientos, en su mundo secreto, donde podía realizar sus más grandes anhelos y donde era lo que siempre había deseado ser.


Ella que le encantaba dibujar, donde daba a conocer su manera de ver el mundo real, lleno de luz y alegría, donde quería dar a entender que aun en el peor momento siempre habría fe y esperanza.


Ella tan tímida y gentil, siempre queriendo ayudar a los demás, procurando no molestar ni ser una carga para nadie.

Ella que se sentía fuera de lugar, deseando con todas sus fuerzas haber nacido en una época diferente, en aquel pasado lejano que siempre la atrajo e impresiono con su hermosura, sofisticación, gracia y elegancia.


Ella, era ella y simplemente ella.


Eran aquellos, los recuerdos de su niñez, los que más apreciaba. Esa inocencia infantil, la que mas añoraba y ahora que había madurado, aunque todavía la vida le deparase mas, es que esta orgullosa de ser quien es


Ella, yo.

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